miércoles, 18 de febrero de 2015

De Boyl, la Cuaresma y la escualidez

En la serie Isabel, de RTVE, apareció, como uno de tantos personajes, el mínimo aragonés fray Bernardo Boyl. Tratándose de series de ficción, hay que ponerse ya en guardia, porque a veces el resultado suele distar mucho del logro. Lo cierto es que en Isabel no han resuelto del todo mal el tema. No obstante, un amigo tras ver la secuencia que inserto más abajo, me dijo que eso era totalmente inverosímil, que el fraile mínimo no podía de ninguna manera ser identificado con ese actor tan corpulento y tan suficientemente proveído de reservas (con esta expresión rebuscada evito utilizar un adjetivo que para ciertas personas parece ofensivo). En la mentalidad de mi amigo el régimen cuaresmal, más en aquel tiempo de ayunos estrictos, debería producir sólo sujetos escuálidos y flacuchos. Y no es una mentalidad extraordinaria. Mi Maestro de Noviciado era más bien enjuto y por ello muchos laicos le tenían por un verdadero asceta, un verdadero mínimo. Como le dije a mi amigo, hay mínimos, especialmente en las provincias de Italia, que conjugan una impecable observancia cuaresmal con una corporeidad bastante redondita. Tal vez las razones sean de tipo constitucional o puede ser también que, aun en ausencia de carnes, la pasta italiana, si abundante y convenientemente aderezada, resulta muy alimenticia.

2 comentarios:

  1. Pero si hay quien todavía hoy nos está vendiendo a Boyl como catalán, como los "historiadores" del Institut Nova Història.

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    1. En realidad, era "lingüísticamente" catalán. Por lo que hace al Institut Nova Història, no me negará que, en defecto de ser historiadores, son muy divertidos y ocurrentes (lo de la sardana y el aquelarre es sublime).

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