lunes, 2 de marzo de 2015

Agricultura cuaresmal (el invierno del alma)

Escribía Torras y Bages en su Carta Pastoral "La darrera Quaresma del sigle" (1900):

"La pompa, la fecundidad. la hermosura, la delicia de las flores y de los frutos de la primavera  y el verano  son preparados por los fríos, por las lluvias, por las nieves de invierno, que desnudan a los árboles de las hojas, que se diría que los matan por el rigor de la estación, que dejan los campos como yermos y helados, y, sin embargo, en realidad los preparan para que a su tiempo sean con sus ramas, flores y frutos el gozo, la alegría y el sostenimiento  de los hombres.
En el mundo espiritual y cristiano la santa Cuaresma viene a ser como el invierno de las almas, tiempo de penitencia. Como el labriego poda sus viñas y sus árboles, hemos de podar nosotros nuestras vidas de lo inútil, de lo superfluo, de lo dañino; como los campos se sazonan con la lluvia y la nieve, tenemos nosotros que preparar y sazonar nuestras almas con la oración y la penitencia; las largas noches de invierno y los días nublados y tristes son como signo y figura de que en la soledad y el silencio, tan propicios para la reflexión, hemos de preparar nuestras almas para que en ellas fructifique la semilla divina del evangelio, de donde surgen los frutos de santificación que todos tenemos que producir si queremos alcanzar la gloria celestial." 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los mensajes son moderados por el administrador del blog.
No se admitirán comentarios insultantes o improcedentes.