jueves, 29 de diciembre de 2016

Un mínimo anónimo sobre la guerra de Sucesión


El manuscrito que he visto son algunos folios escritos de la misma mano con "Notas" diversas que contienen noticias generales y otras relativas a los mínimos de Cataluña; entre las primeras, indicaciones sobre funerales que se habían hecho por los reyes fallecidos; entre las segundas, temas tan peculiares como, por ejemplo, cuándo los coristas del convento de San Francisco de Paula de Barcelona comenzaron a comer pan blanco o bajo qué Corrector Provincial cesó el abuso de que los Ex-Provinciales se hicieran servir la comida en su celda y no bajaran al refectorio como el resto de los frailes. Calculo que las Notas se redactaron en el año 1801.
Lo que transcribo es la visión que unos cien años después tenía un mínimo catalán de los avatares de la guerra de Sucesión en Barcelona. Históricamente es flojo, pero no deja de ser curiosa la consideración del declive de la propia condición étnica expresado en las líneas finales:

Que a 1 de 9bre de 1700 murió su Magestad el Rey de España Carlos 2. Esta noticia se supo en Barcelona el día 8 de dicho mes, qual noticia fúnebre causó por toda la ciudad mucho desconsuelo y tristesa por ver perdido un Padre tan santo y tan bueno, como así todos los vasallos lo avían exprimentado. Era muy afecto a los Catalanes por su valor y religiosidad. Hisiéronse por dicho Monarca los funerales acostumbrados.
En esta crítica ocasión tuviéronse grandes Juntas de Ciudad, Diputación y Brazos del modo y como se avían de regir y governar, porque el Sr. Virrey quería que inmediatamente lo jurassen; resolvieron responderle que tuviesse paciencia y procehiesse su tiempo que yaya (sic).
Dicho Virrey era el Sr. Príncipe de Armestat Primo de la Reyna que era casada con Carlos 2 y no obstante se le tuvieron grandes atenciones a vista del parentesco de la Sra. Reyna y también por ser forastero, pero sobre todo no lo juraron que era su particular pretención.
En esa era de tiempo tuvo bastante que sufrir la Ciudad de Barcelona y toda la Provincia, menos la Ciudad entonces Villa de Cervera que eran Botiflers. Estaban en sus pretenciones de la Corona de España Felipe V y el Emperador de Alemania Leopoldo, tanto que este Príncipe hizo coronar en Viena por Rey de España a su hijo, el Archiduque de Austria con el nombre de Carlos 3. Moviéronse reñidas guerras. Compareció en Barcelona Carlos 3. Lo recibieron con amor y bisarría los Catalanes. Se celebraron Cortes en esta Ciudad. No quisieron los Castellanos jurarlo por Rey, lo juraron los Catalanes, ya vienen tropas alemanas, ya se arman Castellanos y Franceses contra Cathaluna, tanto que llegaron a poner sitio a la Ciudad de Barcelona los dos exércitos aliados, el de los Castellanos estava puesto desde la Cruz Cubierta emprendiendo todas aquellas llanuras hasta las faldas de la montaña de Monjuich; y el de los Franceses en las llanuras de la Puerta Nueva hasta el pie de la montaña de San Pedro Mártyr. Pensaban franceses y castellanos que con el poderío de sus dos gruesos exércitos lo mismo sería llegar delante Barcelona que bebérsela como quien bebe un huevo, pero tuvieron que masticar mucho la carne que querían comer. Empezóse el bombardeo y cañoneo; correspondía la Ciudad con mucho espíritu. Púsose un círculo de navíos en los mares de Barcelona, pero no impedían los socorros venían de las Islas Baleares, y como de tiempo estava provista la Ciudad, no les daba pena por entonces este bloqueo. Esperanzavan según intelligencia los cathalanes una esquadra de otra nación; esta faltó y lo que es peor desapareció de Barcelona con una treta imaginada el proclamado Rey Carlos 3. Se vieron solos los cathalanes y sin embargo tuvieron que emplear 13 meses los exércitos aliados para dar entender a los Cathalanes entregassen la Ciudad. Fue precisso, atendido un gran cúmulo de circunstancias, entregarse, pero se entregaron con pactos y condiciones de conservar vidas, honras y haciendas. Al principio todo se cumplió, pero después todo al contrario, y a más se nos impuso el Personal, y quitáronse las armas a todo catalán. El prodigio de valor de los cathalanes, aunque ya antiquíssimo, se vio entonces; ciudad entonces más pequeña que ahora, pocos hombres, pero eran más hombres que ahora, pocas mugeres, pero más varoniles que los varones de ahora. En fin se vio en pacífica posesión de la Corona Felipe V....