lunes, 29 de marzo de 2021

La Caridad como frontispicio

 

De la alocución de un religioso mínimo:

“Su Templo es el emblema de la sabiduría, la discreción es su base, la caridad su frontispicio, la libertad su blasón, la igualdad su fundamento, el espíritu de dominación no ha penetrado en ella en ningún modo, ninguna ambición es admitida...”

¿Se estaría refiriendo al instituto religioso al que pertenecía? Pues no, no.

Vamos a la noticia: Quien hizo la alocución fue el tristemente famoso Padre Loth. El lugar, el convento de mínimos de Guise, perteneciente a la Provincia monástica de París. La fecha, el 6 (otros dicen el 24) de abril de 1774. La ocasión, la instalación oficial en el convento de la Logia masónica La Franchise, cuyo Venerable Maestro sería el mismo superior de la casa, el Padre Charles François Cavennes.

Y la alocución en Guise continuaba de esta guisa:

“Que el espíritu que me anima inflame el corazón de todos los masones, a fin de extender y propagar la gloria y la felicidad de la Francmasonería.”

Por mucha In Eminenti apostolatus y por mucha Providas romanorum, hay espíritus que soplan donde quieren o más bien donde les dejan...