martes, 27 de febrero de 2024

Ya está bien de dar la turra con la Paulaner

 

Cada cuaresma el mismo rollo con la Paulaner... No sé qué dijo exactamente hace unos años el maestro cervecero de la conocida marca y, por tanto, no sé si hay que atribuirle a él la impostura o bien el origen se halla en una interpretación equivocada de sus palabras. Pero desde hace un tiempo se transmite crédulamente, incluso por páginas web de cierto prestigio, que la Paulaner (de marca Salvator) es una cerveza de alto valor nutritivo y que fue ideada y  utilizada por los monjes (sic) de la Orden de los Mínimos que durante la Cuaresma no tomaban alimentos sólidos (!). Esta estupidez sigue propagándose como una verdad histórica sin que ni una sola voz discordante y sensata se haya hecho oír en contra. Los Mínimos, desde su fundación, siempre han tomado alimentos sólidos, en Cuaresma y fuera de la Cuaresma. Es verdad que, de acuerdo con la Regla, prácticamente la mitad del año eran días de ayuno, esto es, de una sola refección diaria, y que consecuentemente la ingesta de una cerveza rica en carbohidratos sin duda haría más llevadero dicho ayuno, especialmente en climas fríos como los propios de la Provincia germano-bohema. Lo demás, por mucho interés comercial que tenga la marca cervecera, son cuentos chinos y, digámoslo de paso, peligrosos. Hace unos años un norteamericano quiso hacerse el supuesto monje paulano y probar, bajo supervisión médica, a pasar una cuaresma ingiriendo sólo un par de litros de Paulaner diarios; no sabemos si acabó alcoholizado, pero parece que el tío perdió 11 kilos y pretendió haber demostrado que aquello que hacían los mínimos no sólo era posible, sino probable, lo cual no es sino añadir más memez a la antedicha.  Además, para quien conozca la historia de la elaboración de la cerveza bajo marca Salvator, esta tendría su origen siendo maestro cervecero en Munich fray Barnabas Still (1750-1795), o sea hacia 1784, período en el cual el convento de Munich lo era todo menos un dechado de observancia...