jueves, 26 de abril de 2018

La Biblioteca Charitas de Paula


Probablemente a estas alturas haya quien piense que la razón de ser de este blog no es otra que la de meter el dedo en el ojo ajeno. Pero una propensión natural o una reiteración estadística no bastan para reflejar una raison d'être. Así que, aunque sólo sea para llevar la contraria, dedicaremos este post al elogio de quienes en el Santuario de Paula (en la comunidad o vinculados a ella) han impulsado la apertura de la Biblioteca del Santuario, que llevaba ya demasiado tiempo infrautilizada, de modo que la consulta de sus fondos era sólo exequible a una élite. En diciembre del año pasado se inauguró la sección moderna de la nueva Biblioteca Charitas, destinada a ser abierta al público, en un espacio cuya implementación ha contado con el apoyo de la Región de Calabria. Pero hay otra vertiente de apertura tanto o más importante, en cuanto que enlaza dos finalidades que a veces pueden parecer opuestas: la consulta de los fondos antiguos y su conservación. Nos referimos a la digitalización de dichos fondos y a la posibilidad de su consulta y descarga en libre acceso on-line. Esto se halla en marcha gracias a un acuerdo operativo entre la Fondazione San Francesco di Paola y el IRCrES-CNR. Ya son 40 los volúmenes a los que puede accederse en el repositorio DigiBESS EU; aquí les pongo el enlace:



domingo, 22 de abril de 2018

Orar por el próximo Capítulo General

Con ocasión de la celebración en el próximo mes de julio del Capítulo General de los Mínimos, hace tiempo se distribuyó desde Roma entre las comunidades una oración a recitar diariamente para la preparación del Capítulo; la versión castellana es esta:

Nos encomendamos a ti, oh Padre San Francisco, en nuestro compromiso de dar testimonio en el mundo; estimula nuestra docilidad y buena disposición de renovar la conversión y reconciliación con el Señor para poder testimoniar el gozo del Evangelio.
Movidos por la Palabra que salva y renueva, queremos vivir con pasión el maioris poenitentiae intuitu, como clara manifestación de tu voluntad.
Te pedimos, Padre, que sepamos abrir nuestro corazón al Espíritu en preparación al próximo Capítulo General.
Animados como tú por la pasión de progresar de bien en mejor por la venida del Reino y la salvación de los hombres, te pedimos encarnar los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren.
De esta manera nuestra vida y actividad llevarán el sello del Charitas, motor de tus jornadas y de tu apostolado.
Sí. Todo es posible para el que ama a Dios. De la abundancia del corazón habla la boca.
Oh María, Reina y Abogada de los Mínimos, ruega por nosotros.
Nuestro Padre San Francisco, conserva a tu Familia.

Pues sí, esto es lo que venimos rezando cada día en comunidad. Como ven, no siempre en el lenguaje encarnamos el de los hombres de nuestro tiempo. ¿Cuándo fue la última vez que alguien se dirigió a ustedes con un “Oh” previo? A decir verdad, probablemente esta interjección ha quedado relegada o a la intimidad de las relaciones sexuales o al maravillarse ante los fuegos artificiales. Pero los mínimos, como pueden comprobar, todavía lo utilizamos redactando oraciones recientes.
Más cosas: de pronto, al orante se le ha ocurrido hacia el final recurrir sucintamente a María, pero la última palabra se le deja a nuestro Santo Padre, no sea que se enfade..
Más cosas: la frase evangélica “de la abundancia del corazón habla la boca”. Yo no sé si se trataba de justificar que la oración es larguita o al redactor le ha dado por poner esta frase como podía haber puesto, por ejemplo, “con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”.
Finalmente: ¿No habría sido más lógico, puestos a orar a intermediarios, recurrir al Protector de la Orden, a nuestro Patrón principal?


Addenda: se ha recibido ya la comunicación con la lista de los capitulares. El resultado de la elección de Comisos ha sido un tanto desconcertante. Salvo un par de excepciones, predominan los jóvenes recentísimos y los maduritos secundarios. La “intelligentsia” ha quedado mayoritariamente al margen. No sé a que se deba, pero sería preocupante que la razón esté en que entre las mentes más preclaras esté cundiendo el desánimo o la resignación. ¡San Miguel Arcángel, protégenos!

martes, 17 de abril de 2018

Ajuares de mínimos en Barcelona en el siglo XIX


Cuando un fraile mínimo moría en el convento de San Francisco de Paula de Barcelona en el siglo XIX se procedía a inventariar, excluidos las propiedades de inmuebles u otros eventuales derechos reales que pudiese tener (respecto a los cuales se hacía testamento inmediatamente antes de profesar), los bienes que dejaba en su celda y un tiempo después se procedía a subastarlos entre los mismos frailes. Comprobando los documentos oportunos, nos damos cuenta de que a veces existían notables diferencias. Hemos pensado comparar los inventarios respectivos tomados a la muerte del Padre Andrés Sagarra (murió en 1826, habiendo sido Corrector local el año precedente) y del Padre Juan Blanch, Lector de teología (murió en 1830).

Padre Sagarra
Padre Juan Blanch
Peculio: 82 libras, 6 sueldos , 3 dineros
3 libras, 3 sueldos
Reloj de repetición de plata
Reloj de bolsillo
15 sillas con un canapé
15 sillas con un canapé
3 hábitos con 3 capillas
2 hábitos con 2 capillas y unas mangas nuevas
2 capas
1 capa de paño
8 calzas y un pantalón
4 calzas entre buenas y malas
8 chaquetas
3 chaquetas
14 camisas
5 camisas
7 pares de medias
5 pares de medias negras y 4 de medias blancas
11 pañuelos blancos y 13 de color
3 pañuelos blancos y 12 de color
4 gorros de dormir
5 gorros de dormir
5 sábanas, 10 fundas de almohada, una colcha y un cubrecama

2 calzoncillos
unos calzoncillos
4 toallas y 13 servilletas

una chocolatera y vajilla
una chocolatera, 8 vasos y 10 jícaras, 2 cuchillos
unas medias botas
un par de zapatos
2 chalecos y manguitos
un chaleco negro
un bastón
un bastón con mango de plata
2 cortinas blancas, dos amarillentas, otras de sobremesa, una de entrada a la celda y otra de la ventana
unas cortinas de alcoba
un baúl
2 baúles
un paraguas, unas alforjas de camino, unas gafas, unos anteojos, un monóculo
un sombrero
un escritorio, un quinqué, 2 tinteros
unas tijeras, un cortaplumas, un mondadientes
una jofaina
una jofaina
un armario, dos mesas y una jaula
una mesa
una estantería con libros
una estantería
una cama con pilares y mosquitera

2 estuches de navajas con todo lo de afeitar
2 navajas con estuche y bolsa
un juego de lotería

12 estoras, un brasero de cobre, unas perchas

un crucifijo, 25 cuadros entre grandes) y pequeños, un relicario

Cáliz con patena y vinajeras, misal y cuaderno

2 albas, 2 cíngulos, 6 casullas, 21 purificadores, 21 lavabos, 3 amitos


Tal vez la ausencia de la cama y de su paramento en el caso del Padre Blanch se deba a que quien formó el inventario consideró que eran de la comunidad y no del difunto. También sorprende a primera vista el elevado número de sillas en ambos casos. Parece que las celdas tenían una considerable superficie (¡25 cuadros!). En todo caso, la situación del Padre Juan Blanch, aunque parezca un pobretón comparado con el Padre Sagarra, no era de las más paupérrimas del convento; un año después murió su hermano el Padre Pedro Blanch, su inventario fue mucho más reducido y comienza diciendo: “Peculio: deudas”...