El
escultor Manuel Fuxá no tuvo dilemas cuando se trató de elaborar la escultura
representando a Bernardo Boyl en el Monumento a Colón de Barcelona. En 1888 todavía no se
había desatado la polémica seria sobre el instituto religioso al que Boyl
pertenecía cuando marchó a América con Colón en 1493. Por más que los mínimos
lo hubiesen reivindicado en la historia, en Barcelona estaba bien asentada la interesada
convicción de que Boyl era catalán y monje benedictino de la abadía de
Montserrat, a lo que se añadía la leyenda de los 12 primeros misioneros que
llevó consigo procedentes de aquel monasterio.
En 1892, con ocasión del cuarto
centenario del descubrimiento, el Ayuntamiento de Barcelona decidió colocar un
retrato de Boyl en la Galería de Catalanes Ilustres. Esta vez la cuestión no
fue tan pacífica. Los estudios de Fidel Fita y Jaime Collell habían desatado la
polémica sobre si benedictino o mínimo, hasta el punto que el pintor encargado
(Federico Trías Giró) no sabía en 1893 con qué hábito pintarlo. Además, como se
defendía por algunos autores su origen aragonés (realmente lo era) no faltó
quién se preguntó sobre si el Ayuntamiento no tendría que revisar su decisión.
Finalmente, Boyl fue pintado con
hábito mínimo y su retrato colocado en la Galería de Catalanes Ilustres
(actualmente ubicada en la Real Academia de Buenas Letras) en 1897, efectuando
a la sazón un discurso biográfico Jaime Collell. El discurso, convenientemente
ampliado y mejorado hasta ser convertido en un verdadero Estudio
histórico-crítico, vio la luz en 1929, bajo el título "Fray Bernardo Boyl primer apóstol de América" en edición costeada por los mínimos de
Barcelona con ocasión del Congreso y Exposición Misional que se celebraron
dentro del marco de la Exposición Internacional celebrada en la ciudad.
Me complace contemplar, a menudo, el retrato ( imaginado), obra de mi tio-abuelo Federico Trias y Giró, de Fra Bernat Boyl, aragonés, ordenado de presbíterio en Barcelona, y, con los años, primer legado apostólico en America, hoy en la Galeria de Catalans Il.lustres de la Reial Acadèmia de Bones Lletras de Barcelona, de la que soy Académico Correspondiente. El cuadro es de 1893 No se trata de una de las mejores obras de mi antepasado pero nos permite evocar a esta interesante figura religiosa y política más conocida por su vinculación al Descubrimiento de América. Honrado con la antigua confianza de los Reyes Católicos ( en especial de Fernando ), aceptó acompañar al Almirante Cristóbal Colón en su segundo viaje, en septiembre de 1493, para regresar, muy doliente, en diciembre de 1494. El cambio de clima y, sobretodo, las desaveniencias morales con el Almirante precipitaron su retorno. Viejo y quebrantado daría una última prueba de adhesión y obediencia al Rey aceptando el cargo de Abad Comendatario de Cuxá, dónde falleció en 1520
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