viernes, 21 de marzo de 2025

“Che guardi lo suo e non sa impachi de le cose de altri” (San Francisco de Paula)

 Parece que los jerifaltes de Europa occidental se han empeñado en hacer sonar los tambores de guerra. Cuando del otro lado del Atlántico se han posicionado en pro de una pacificación, de esta parte se pretende seguir con la confrontación y se insiste en la necesidad de rearmarse. Algunos paragonan el momento presente con las circunstancias que precedieron al estallido de la Primera Guerra Mundial. Los Mínimos en esto, como en todo lo demás, pintamos poco y oficialmente no haremos sino lo que hizo oficialmente la Iglesia de Papa Francisco cuando la pandemia: dejarse llevar y obedecer a lo que la oligarquía y los medios por ella subvencionada nos manden. Tocaba entonces encerrarse y vacunarse, de modo que a los que no sucumbimos a las repetidas consignas se nos predecía la enfermedad y la muerte (Draghi dixit). Ahora toca aumentar el gasto en defensa y hasta, si cabe, mandar tropas a la Europa oriental. Pero a algunos díscolos nos da por recordar a San Francisco de Paula, al real, al histórico, no a ese ficticio pacificador interreligioso que nos ha querido presentar últimamente alguno de nuestros pastoralistas mínimos. San Francisco oraba por la paz “entre los príncipes cristianos”,  porque el peligro estaba entonces en el Turco, como ahora lo está en el Panislamismo creciente tan protegido por las oligarquías antes mencionadas. Podemos recordar la declaración del testigo tercero del proceso cosentino:

“...Francisco Patre per quello che Dio ve spira che serano di queste guerre se fano in Tuschana dicto frate Francisco dixe queste guerre sarano niente che se sopiranno ma io vedo  de mo lo Turcho intrato in questo reame ma lo agio scritto alla Maesta del Signor Re che guardi lo suo et non sa impachi de le cose de altri...”

Cambiemos Toscana por Ucrania. No se nos ha perdido nada en Ucrania. Y sé que esto puede sentar muy mal a alguno de los frailes mínimos ucranianos (probablemente ninguno de ellos nacido en el Dombás). Pero me bastaría recordarles que los 200.000 y pico de refugiados ucranianos que tenemos en España no son todos ancianos y niños, sino que una tercera parte son adultos (de uno y otro sexo, seamos igualitarios) en edad militar. Así que pónganse las botas y vayan ellos los primeros/as a morir a las órdenes de ese personaje que se pasea por las Cancillerías y los medios de comunicación vestido de caqui, como si fuera Arafat redivivo. Aquí tenemos una amenaza creciente y real que viene del Sur y no del Este. Sabemos, a no ser que queramos engañarnos, que el Reino de Marruecos tiene los ojos puestos no sólo en las plazas de soberanía de Ceuta y Melilla sino en las mismísimas Canarias. Es sólo cuestión de tiempo y si de momento no hay conflicto abierto, es por la multitud de concesiones comerciales, tecnológicas y financieras que desde España se están haciendo al reino alauita. Lo que una vez fue tierra musulmana debe serlo siempre, así que después de todo, no harían, bajo su perspectiva, más que recuperar lo suyo (el Islam ha retrocedido en pocos lugares: España, Israel, los Balcanes, pocos más).   Y cuando haya conflicto lo vamos a tener muy mal con un millón de marroquíes en nuestro país, sin contar los nacionalizados (que crecen a razón de cincuenta mil cada año) y que, por muy nacionalizados que estén, conservan la fidelidad personal y espiritual  a su rey de origen. Quien quiera engañarse  imaginando una integración efectiva de esta población que lo haga (los atentados del 17-A los llevaron a cabo jóvenes modélicamente integradísimos). La realidad es tozuda.

Es difícil en la actualidad orar por la paz “entre los príncipes cristianos”, principalmente porque de cristianos tienen poco. Piénsese sólo que nuestro Jefe de Estado ostenta nada menos que el título de Rey de Jerusalén y que, cuando su toma de posesión, no se hizo ni un modesto Te Deum. Bueno, al menos en los homenajes a los caídos tararea “La muerte no es el final”. Algo es algo.


Menos exportable es aun la idea a otros Estados europeos. Sea como sea, algunos de los gendarmes de la Comisión Europea + Reino Unido han dado el pitido de salida y hale, todos a las armas, aunque cuando escribo esto se dice que Trump y Putin han mantenido una conversación de dos horas que podría haber encarrilado la paz.



 Me acuerdo que hace cuarenta y cinco años, durante mi servicio militar, estábamos con mi camarada Ignasi rellenando los cargadores para el chopo, cuando al tipo no se le ocurrió otra idea que con la punta de una de las balas golpearme con fuerza en el antebrazo. Solté un grito de dolor y no me acuerdo si me acordé de su madre, aunque apostaría que sí. Pero recuerdo su respuesta: “Imagina’t amb la mala llet que surten del fusell”. Sí, con la fuerza con  la que salían del CETME, aunque procedieran de 500 metros de distancia, aquellos proyectiles tenían que doler indudablemente muchísimo. 


Pienso yo que si alguien les diera un golpe en el trasero (que es parte más acolchada que el antebrazo) con la punta de un proyectil de calibre 7,62 a los Macron, Von  der Leyen, Ribera, Starmer, Sánchez, Feijoo, etcétera, acaso tendrían un incentivo para meditar mejor ciertas decisiones... Pero lamentablemente eso no va a ocurrir, así que lo más probable es que en un plazo relativamente corto nos encontremos con la estúpidamente enésima versión de “Armiamoci e partite” y la inmensa mayoría salga, como cuando la pandemia, espoleada por la “pedagogía” de los medios de comunicación subvencionados, a aplaudir, como zombies, a los balcones.


Ya ven, uno se pone con el blog y se mete hasta en cuestiones de política internacional (caramba, cuidadín, recuerdo que nos dijo el Padre General que hay que escuchar al mundo, por tanto, chi obbedisce non sbaglia como decía mi Maestro de Noviciado). Pillo el blog y crece mi atrevimiento, no puedo evitarlo, me ocurre como a Harry Dean Stanton RIP en la greatest night de su vida, que cuando pillaba la armónica, era capaz de cortarle el canto al mismísimo Kristofferson RIP (como si este no tuviera bastante penitencia con Johnny Depp a su derecha haciendo el tonto con la guitarra); pueden verlo aquí (y noten cómo Paz Lenchantin, la bajista minifaldera, invita a otros a acercarse, pero ella se mantiene a prudente distancia, como para no contagiarse de la locura de aquellas viejas glorias):


(Esperando de corazón que “el mañana que se vaya al diablo” sea sólo literatura musical, lyrics, hablar por hablar)


2 comentarios:

  1. El filósofo Diego Fusaro ha sido claro: si Rusia quiere invadirnos, para qué esperar a que nos rearmemos?

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