viernes, 24 de agosto de 2018

De falsarios supuestos, eruditos precoces y fiscales implacables


Nunca faltan abogados de causas perdidas. Incluso el mínimo fray Juan Gaspar Roig y Jalpí, supuesto falsario y considerado como tal generalizadamente por la historiografía actual, lo tuvo en el pasado y alguno le queda en el presente. Paciente e ingrata tarea la de tales defensores. Por mi parte, he de confesar que carezco de conocimientos suficientes para juzgar en esta materia. Nunca me he interesado por la época histórica a la que se refiere el Llibre dels feyts d'armes de Catalunya ni por sus fuentes ni por el sutil análisis de textos que permite distinguir entre una falsificación total y las simples interpolaciones posteriores que salvarían un original auténtico.
Sin embargo, sí tengo que reconocer que la acritud del fiscal implacable que fue Miquel Coll i Alentorn le hizo acumular algunos argumentos claramente inconsistentes. Hoy traigo a colación uno que ignoro si ha sido considerado en el pasado por los defensores del mínimo. El fiscal Coll quiere demostrar que el afán de falsario de Roig y Jalpí no se contuvo en la puntual composición del Llibre dels Feyts de Boades, sino que era algo ya inherente, que respondía a una conducta falsaria antecedente. Para eso aduce lo siguiente:


¿Una cita falsa de un Padre griego? La sentencia condenada del falsarísimo Roig y Jalpí en el Epítome de Manresa es la siguiente:


¿Cabría hacer un repaso minucioso del volumen 33 de la Patrologia Graeca de Migne? Hombre, realmente al implacable señor Coll no le hacía falta consultar a un erudito de 25 años como era el entonces monje Anscari Mundó, ni tener unos especialísimos conocimientos de Patrística para intuir que San Cirilo de Jerusalén no podía tener ni puñetera idea de que existiera una montaña de Montserrat. Roig y Jalpí no pecó aquí de falsario, sino todo lo más de barroco o de patriota ingenuo. En mi humilde opinión, ni siquiera consultó las obras de San Cirilo, sino que se limitó a transcribir (y lo cita) lo que el franciscano perpiñanés fray Ángel del Pas había escrito en su Expositio in Symbolum:


Nótese que, en realidad, lo atribuible (y bien atribuido) a San Cirilo de Jerusalén es sólo la primera frase: “Id quod actenus Golgotha monstrat ubi propter Christum petrae scissae sunt” (Catequesis XIII, n. 39); lo siguiente, relativo a la montaña de Montserrat y otras es “ex traditione”, no según San Cirilo. Y aun cabría, en descargo de Roig y Jalpí recordar que la edición de su Epítome histórico de Manresa, publicado después de su muerte, corrió a cargo de su correligionario fray Pedro Masera, quien tal vez, trabajando el manuscrito, puso de su cosecha más de lo que correspondía. Para corroborar esta última hipótesis habría que repasar los manuscritos de Roig y Jalpí, labor que dejaremos para quien tenga más interés y más santa paciencia. Me basta afirmar que, en el peor de los casos, el acusado obró más por negligencia y apasionamiento montserratino que por malévolo falseamiento.

martes, 7 de agosto de 2018

Benditos Renglones

La calidad no es una prerrogativa de la complicación. La sencillez y la bondad pueden también ser expresados desde una técnica y una destreza impecables. Ciertas presentaciones de figuras mínimas han adolecido a veces del bienintencionado amateurismo. No ocurre lo mismo en “Renglones de luz”, una reciente presentación documental dramatizada de la monja mínima María del Socorro Astorga Liceras. Producida por Caleidoscopio films y dirigida por Macarena Astorga, está disponible en DVD (para más información se puede contactar con las monjas mínimas de Archidona). 


¡Otro post elogioso! Me estoy volviendo blando, será el calor veraniego...

sábado, 14 de julio de 2018

Io speriamo che... (Capítulo General)


Pocas noticias nos han llegado hasta ahora del Capítulo General. Sólo las relativas a las elecciones. Parece que se ha optado por la continuidad. Ha sido elegido Corrector General el Provincial de Paula. Los Colegas repiten, salvo el cuarto, que era el Párroco de Sant'Andrea y que ha sido sustituido por un joven sacerdote de la Provincia de Nápoles.
Las mociones que hayan salido son menos importantes, porque, si estamos a la experiencia de los últimos Capítulos, sólo acaban aplicándose, por suerte o por desgracia, aquellas más prácticas (léase: asuntos de economía). En fin, remedando el título de la obra más conocida del progenitor del cuarto Colega, “io speriamo che me la cavo”. Y remedando también uno de los chistes preferidos del Padre G., si antes del Capítulo estábamos al borde del precipicio, esperemos no dar ahora un paso adelante. O que no nos pegue un empujón la Sagrada Congregación.


La última frase va por la “Cor Orans”. No sé cómo les habrá sentado a mis hermanas mínimas, supongo que bien, porque ellas siempre lo echan todo a buena parte. Parece que hay monasterios de otras Órdenes que están haciendo ya su preparación para la muerte conventual, ante la más machista (las monjitas claustrales han de ser especialmente tuteladas), centralizadora (Congregación y Federaciones, estas últimas con las mejores posibilidades de hacer Caja) y autoritaria (vaya usted a reclamar al maestro armero, hermana) de las Instrucciones.  

lunes, 25 de junio de 2018

Una novelilla

No sé si la ficción supera a la realidad o viceversa, pero lo cierto es que nunca había abundado tanto la ficción en su sentido más propio y reconocido como en la actualidad. Montañas de libros en papel o en soporte digital, series de televisión, obras de teatro, videos profesionales o homemade, etc. Tampoco San Francisco de Paula y los mínimos, directa o indirectamente, se sustraen a ser material de ficción. Recientemente, por ejemplo, han puesto en youtube el trailer de un film del que ya nos habíamos ocupado en un post anterior; el film es “bienintencionado” y me dispensarán de dar más opiniones sobre él. Hoy quiero hablarles de novelas. Una (Il frate, l'ordine, lo scudo) se publicó mucho años atrás, podríamos encuadrarla dentro de la novela histórica y, aparte de un trasfondo reivindicativo del Santo y de su tierra de origen, era una buena novela. Vino después una novelita breve (Per il bene della città. La fantastica storia del bastone di san Francesco) que tiene un inicio prometedor y que luego, ciertamente con buen humor, se disuelve en la vacuidad.
En este año ha aparecido en España la novela Biznaga de sangre. Sorprende que en la presentación alguien que se presenta como profesor de Creación literaria en la Universidad de Sevilla la califique como “gran Literatura”. No he sabido ver la grandeza literaria por ninguna parte. El libro resulta una narración policíaca entretenida, un recorrido por Málaga y sus monumentos (puntualmente descritos), donde el protagonista investiga (en realidad no investiga nada) unos crímenes ligados a la búsqueda del manto de San Francisco de Paula y unos manuscritos del Santo. En ciertos encuadres históricos el libro es endeble: Boyl estaba en Francia (no en Málaga) en el verano de 1487, Bartolomé Coloma no pertenecía a la Orden de los Mínimos (al contrario, se resistió a que tomaran posesión de la ermita de la Victoria), etc. Nos encontramos con alguna expresión exótica, como es referirse a la “Compañía de Jesús de la Orden de los Jesuitas” (denominación insólita, absurda o redundante). Por otra parte, podemos hasta cierto punto admitir que un inspector de policía cultivado hable en 1954 de guerras frías o totalitarismos, pero es inverosímil que lo haga de “pensamiento único”. El ejemplar que tengo es de la segunda edición. Hay cosas que no se entienden, porque si pasan en la primera edición la corrección de galeradas del autor o del corrector de la editorial, que sigan en la segunda hacen sospechar que no sean errores. La “gran Literatura” no puede permitirse que el protagonista, en lugar de quedarse absorto, se quede “exhorto”, que allí donde debía decir la intercesión del Santo diga la “intersección” o que, rayos y truenos, entrecruzándose el haber y el hallar, se cuelen un “halla averiguado” o “el manuscrito que hayamos”. Añádase a esto que, equivocando un pronombre demostrativo, resulta que alguien pasa a ser administrador de una finca cuando fallece. La prosa perfecta a la que se alude en la presentación se encuentra, pues, muy bien disimulada. 

jueves, 26 de abril de 2018

La Biblioteca Charitas de Paula


Probablemente a estas alturas haya quien piense que la razón de ser de este blog no es otra que la de meter el dedo en el ojo ajeno. Pero una propensión natural o una reiteración estadística no bastan para reflejar una raison d'être. Así que, aunque sólo sea para llevar la contraria, dedicaremos este post al elogio de quienes en el Santuario de Paula (en la comunidad o vinculados a ella) han impulsado la apertura de la Biblioteca del Santuario, que llevaba ya demasiado tiempo infrautilizada, de modo que la consulta de sus fondos era sólo exequible a una élite. En diciembre del año pasado se inauguró la sección moderna de la nueva Biblioteca Charitas, destinada a ser abierta al público, en un espacio cuya implementación ha contado con el apoyo de la Región de Calabria. Pero hay otra vertiente de apertura tanto o más importante, en cuanto que enlaza dos finalidades que a veces pueden parecer opuestas: la consulta de los fondos antiguos y su conservación. Nos referimos a la digitalización de dichos fondos y a la posibilidad de su consulta y descarga en libre acceso on-line. Esto se halla en marcha gracias a un acuerdo operativo entre la Fondazione San Francesco di Paola y el IRCrES-CNR. Ya son 40 los volúmenes a los que puede accederse en el repositorio DigiBESS EU; aquí les pongo el enlace:



domingo, 22 de abril de 2018

Orar por el próximo Capítulo General

Con ocasión de la celebración en el próximo mes de julio del Capítulo General de los Mínimos, hace tiempo se distribuyó desde Roma entre las comunidades una oración a recitar diariamente para la preparación del Capítulo; la versión castellana es esta:

Nos encomendamos a ti, oh Padre San Francisco, en nuestro compromiso de dar testimonio en el mundo; estimula nuestra docilidad y buena disposición de renovar la conversión y reconciliación con el Señor para poder testimoniar el gozo del Evangelio.
Movidos por la Palabra que salva y renueva, queremos vivir con pasión el maioris poenitentiae intuitu, como clara manifestación de tu voluntad.
Te pedimos, Padre, que sepamos abrir nuestro corazón al Espíritu en preparación al próximo Capítulo General.
Animados como tú por la pasión de progresar de bien en mejor por la venida del Reino y la salvación de los hombres, te pedimos encarnar los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren.
De esta manera nuestra vida y actividad llevarán el sello del Charitas, motor de tus jornadas y de tu apostolado.
Sí. Todo es posible para el que ama a Dios. De la abundancia del corazón habla la boca.
Oh María, Reina y Abogada de los Mínimos, ruega por nosotros.
Nuestro Padre San Francisco, conserva a tu Familia.

Pues sí, esto es lo que venimos rezando cada día en comunidad. Como ven, no siempre en el lenguaje encarnamos el de los hombres de nuestro tiempo. ¿Cuándo fue la última vez que alguien se dirigió a ustedes con un “Oh” previo? A decir verdad, probablemente esta interjección ha quedado relegada o a la intimidad de las relaciones sexuales o al maravillarse ante los fuegos artificiales. Pero los mínimos, como pueden comprobar, todavía lo utilizamos redactando oraciones recientes.
Más cosas: de pronto, al orante se le ha ocurrido hacia el final recurrir sucintamente a María, pero la última palabra se le deja a nuestro Santo Padre, no sea que se enfade..
Más cosas: la frase evangélica “de la abundancia del corazón habla la boca”. Yo no sé si se trataba de justificar que la oración es larguita o al redactor le ha dado por poner esta frase como podía haber puesto, por ejemplo, “con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”.
Finalmente: ¿No habría sido más lógico, puestos a orar a intermediarios, recurrir al Protector de la Orden, a nuestro Patrón principal?


Addenda: se ha recibido ya la comunicación con la lista de los capitulares. El resultado de la elección de Comisos ha sido un tanto desconcertante. Salvo un par de excepciones, predominan los jóvenes recentísimos y los maduritos secundarios. La “intelligentsia” ha quedado mayoritariamente al margen. No sé a que se deba, pero sería preocupante que la razón esté en que entre las mentes más preclaras esté cundiendo el desánimo o la resignación. ¡San Miguel Arcángel, protégenos!

martes, 17 de abril de 2018

Ajuares de mínimos en Barcelona en el siglo XIX


Cuando un fraile mínimo moría en el convento de San Francisco de Paula de Barcelona en el siglo XIX se procedía a inventariar, excluidos las propiedades de inmuebles u otros eventuales derechos reales que pudiese tener (respecto a los cuales se hacía testamento inmediatamente antes de profesar), los bienes que dejaba en su celda y un tiempo después se procedía a subastarlos entre los mismos frailes. Comprobando los documentos oportunos, nos damos cuenta de que a veces existían notables diferencias. Hemos pensado comparar los inventarios respectivos tomados a la muerte del Padre Andrés Sagarra (murió en 1826, habiendo sido Corrector local el año precedente) y del Padre Juan Blanch, Lector de teología (murió en 1830).

Padre Sagarra
Padre Juan Blanch
Peculio: 82 libras, 6 sueldos , 3 dineros
3 libras, 3 sueldos
Reloj de repetición de plata
Reloj de bolsillo
15 sillas con un canapé
15 sillas con un canapé
3 hábitos con 3 capillas
2 hábitos con 2 capillas y unas mangas nuevas
2 capas
1 capa de paño
8 calzas y un pantalón
4 calzas entre buenas y malas
8 chaquetas
3 chaquetas
14 camisas
5 camisas
7 pares de medias
5 pares de medias negras y 4 de medias blancas
11 pañuelos blancos y 13 de color
3 pañuelos blancos y 12 de color
4 gorros de dormir
5 gorros de dormir
5 sábanas, 10 fundas de almohada, una colcha y un cubrecama

2 calzoncillos
unos calzoncillos
4 toallas y 13 servilletas

una chocolatera y vajilla
una chocolatera, 8 vasos y 10 jícaras, 2 cuchillos
unas medias botas
un par de zapatos
2 chalecos y manguitos
un chaleco negro
un bastón
un bastón con mango de plata
2 cortinas blancas, dos amarillentas, otras de sobremesa, una de entrada a la celda y otra de la ventana
unas cortinas de alcoba
un baúl
2 baúles
un paraguas, unas alforjas de camino, unas gafas, unos anteojos, un monóculo
un sombrero
un escritorio, un quinqué, 2 tinteros
unas tijeras, un cortaplumas, un mondadientes
una jofaina
una jofaina
un armario, dos mesas y una jaula
una mesa
una estantería con libros
una estantería
una cama con pilares y mosquitera

2 estuches de navajas con todo lo de afeitar
2 navajas con estuche y bolsa
un juego de lotería

12 estoras, un brasero de cobre, unas perchas

un crucifijo, 25 cuadros entre grandes) y pequeños, un relicario

Cáliz con patena y vinajeras, misal y cuaderno

2 albas, 2 cíngulos, 6 casullas, 21 purificadores, 21 lavabos, 3 amitos


Tal vez la ausencia de la cama y de su paramento en el caso del Padre Blanch se deba a que quien formó el inventario consideró que eran de la comunidad y no del difunto. También sorprende a primera vista el elevado número de sillas en ambos casos. Parece que las celdas tenían una considerable superficie (¡25 cuadros!). En todo caso, la situación del Padre Juan Blanch, aunque parezca un pobretón comparado con el Padre Sagarra, no era de las más paupérrimas del convento; un año después murió su hermano el Padre Pedro Blanch, su inventario fue mucho más reducido y comienza diciendo: “Peculio: deudas”...