viernes, 13 de diciembre de 2024

Carta de Adviento 2024

  


-            --Minimus, que ya se ha recibido la carta de Adviento del Corrector General.

-          -La he leído, se lee rápido, son sólo dos páginas esta vez. El eficiente blogger de Mínimos en familia ya la hapublicado.

-          -El título está bien: “Peregrinos de esperanza por el camino de la paz”.

-          -Muy adecuado, ahora que precisamente suenan tambores de guerra.

-          -Y  así, en general, ¿qué te ha parecido?

-          -Pues, a bote pronto, no sé si es la Carta de Adviento del Corrector General o la Carta de Adviento del Papa Francisco. Parece que el 95% son largas citas del magisterio reciente del Papa.

-          -Una carta de sólo dos páginas...

-          -Sí, tal vez el General no se encuentra bien o tal vez vaya muy mal de tiempo. Eso explicaría la brevedad inusitada.

-         -No sabía que el Corrector General estuviera tan ocupado, Minimus.

-          -La gente no comprende estas cosas desde fuera. Pensáis que el General vive enclaustrado en su Casa Generalicia y que sólo se ocupa de las comunidades en la Visita Canónica puntual y única que efectúa en sus seis años de mandato.

-          -¿No es así?

-          -Creo que no, amigo mío. Piensa que la Orden no es una empresa con 6000 sucursales o más de 100.000 empleados (como pueda tener, por ejemplo, el BBVA). Los Mínimos somos una organización pequeña: tenemos unas 40 comunidades y no llegamos a dos centenares de miembros.

-          -No son muchos.

-          -Por eso. El General, si se pone a ello, puede seguir de cerca la marcha de la Orden e incluso de cada uno de sus miembros. Un par de telefonazos al día y al cabo de tres semanas puede haber contactado con cada uno de los Superiores de comunidad, conociendo de primera mano cómo marchan las cosas. Le basta una llamada diaria para contactar con cada fraile un par de veces al año (por ejemplo, con ocasión del onomástico o del cumpleaños). 

-          -¿De verdad lo hace?

-        -Supongo que sí, personalmente soy una excepción, una especie de outsider. Pero yo creo que con los demás sí lo hace. Si no, no se entiende en qué emplea su tiempo.

-          -¿No puede haber otra explicación para la brevedad, Minimus?

-          -Hombre, tiene también otra tarea que requiere una atención exigente. Piensa que, estando al frente de la Orden, tiene la ingente función, el primero de todos, según lo programado, de escuchar al mundo con esperanza, de dialogar constantemente con él.

-          -Eso tiene que ser agotador.

-     -Ya te digo. Además, según esta reciente carta, la Orden tiene una misión singular, ciertamente nueva (los historiadores de la Orden nunca se habían referido a ella).

-          -¿Qué misión?

-          -La de ser levadura de una iglesia sinodal, misionera y misericordiosa.

-          -¡Caramba, nada menos!

-           -No es poca cosa. Sin nuestra actividad fermentadora no habrá iglesia sinodal, la misión no va adelante, la misericordia no llega a sus destinatarios.

-          -¡Pues qué tremenda responsabilidad la vuestra!

-           -Ahora bien, hay algo que me ha decepcionado.

-          -¿El qué?

-          -En su carta programática había dicho que desde este Adviento empezaría a dar indicaciones concretas para vivir y compartir el jubileo y el carisma a través de las figuras de santidad de nuestra Orden. De eso, ni rastro en las dos páginas.

-   -Igual ha cambiado de idea, Minimus. Los líderes resilientes y resistentes lo hacen. Mira a nuestro Presidente del Gobierno Pedro Sánchez, cuántas veces donde dije digo, digo Diego.

-          -Pero él lo hace para conseguir los apoyos necesarios para mantenerse en el poder.

-          -Ah, entonces es distinto.

-          -Claro que sí. El Corrector General de los Mínimos no necesita una mayoría suficiente para gobernar, no puede verse sujeto a una moción de censura. Tiene que pasar algo muy gordo en lo Mínimos, de orden moral o económico, muy gordo pero muy gordo, para que el Vaticano intervenga.

-          -O sea que el General podría pasarse los seis años sin dar ni golpe y aquí no pasa nada.

-          -Absolutamente nada. Más todavía: si no fuera por limitaciones de reelección previstas en nuestra normativa, un General que no hace nada tiene todas las posibilidades de ser reelegido. En el fondo, lo que queremos los frailes es que nos dejen tranquilos en nuestra inercia vital.

-          -Pero entonces...esta carta de Adviento, por ejemplo, ¿qué función tiene?

-          -Una función de cubrir el expediente, de fachada, de que el pobre redactor del Boletín Oficial tenga algo para imprimir. Dos páginas de palabras bonitas inertes, que no van a provocar nada en sus destinatarios, que se leerán tal vez comunitariamente en voz alta para llenar un tiempo soporífero antes de recitar la hora de Sexta, ningún impulso práctico, currant aquae... Añádanse tal vez un par de celebraciones jubilares en Roma o en Paula el próximo año, de esas con cardenal, que luzcan, que viva San Francisco de Paula, y así vamos peregrinando en la esperanza...

-          -Por el camino de la paz.

-            -Justamente, sosegadamente.

-          -Pues, Minimus, para ser tan tranquilo te expresas con cierta causticidad.

-            -Cosas que caracterizan a los outsiders.

-          -Y... ¿no temes que te peguen una patada de despedida?

-          -No lo descarto, pero es improbable. Si no les obliga una distracción cuantiosa de caudales o un comportamiento moral público gravemente escandaloso, tener que iniciar un proceso sancionador canónico de expulsión, seguro que piensan: huy, no, qué pereza...

-          -Pues nada, feliz y provechoso Adviento.

-           -Peregrinando por el camino de la paz. Aquí paz y después gloria.

RReeditando en 16-12-2024: to tachao, mi Superior acaba de mostrarme (no de darme) un pliego de páginas que acompañaban a la carta de Adviento y que son una especie de programa elaborado por el General y su Curia.

    - Minimus, entonces lo que pasa es que la comunicación, que en la Orden por su magnitud debería ser instantánea, clara y ágil resulta un desastre.

- -- No, señor, no, no un desastre, sino una p**a MIERDA, con perdón. 


4 comentarios:

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